Autor: Alfredo MORS - Concepción - junio 2010
Préstame la mirada
como el agua, transparente,
para andar entre la gente
con el alma enamorada.
Préstame la mirada
de tus ojos tan oscuros,
para caminar los muy duros
senderos de la noche cerrada.
Préstame la mirada
para fijarme en los ojos del niño,
que implora y demanda cariño
con mano tendida esperanzada.
Préstame la mirada
que desde el corazón te brota,
para tocar de la cuerda la nota
que te haga vibrar ilusionada.
Préstame la mirada
para ahondar en profundidades,
que renueven con mocedades
una pasión muy guardada.
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